Este puente no habían podido ir de viaje a Paris porque les anularon los vuelos, pero la pareja no quería quedarse en la ciudad y cogieron una casa rural en la montaña. Se pasaron follando todo el fin de semana aprovechando que estaban solos en la casa, pero lo mejor fue el polvo que echaron en medio del campo después de hacer el picnic de mediodía.
La jefa del casting porno quería buscar a una chica que estuviera dispuesta a hacer una escena de lesbianas, así que la morena tenía que echar un polvo con cada una de las candidatas. Aunque a esta jovencita tetona le gustaban más los hombres estaba dispuesta a participar, y para demostrarlo tuvo que soportar que se la follaran por detrás con una polla de plástico.
La jovencita pensaba que se podía llevar en el bolso de deporte varias prendas que había cogido en el centro comercial, pero un vigilante de seguridad la descubrió y se la llevó a la trastienda. Le hizo desnudarse delante de él para comprobar que no llevaba nada dentro de la ropa interior, y entonces aprovechó la situación para obligarla a dejarse follar hasta correrse en sus tetas.
El taxista nunca había visto unas tetas tan grandes como las de esta gorda pelirroja, así que cuando ella se insinuó diciéndole que tenía media hora libre no dudó y paró el coche en un párking. Nunca había estado en el asiento trasero del coche con ninguna mujer tan viciosa, y después de una cubana y de un polvo increíble le echó toda la corrida encima del coño.
Cuando esta ama de casa se encuentra sola y su marido no está siempre recurre a su polla de silicona para pasar un buen rato en la intimidad. Primero coloca su juguete en vertical encima de una silla y cabalga encima de él, y después tumba la silla en el suelo y se lo va metiendo a cuatro patas como si alguien se la estuviera follando por detrás.